Una noche en que nada puede pasar, se he convertido en una noche de eliminación de sueños y abolición de ideales. Se siente el pesar en el silencio de la pieza que solo deja escuchar una suave canción triste y el tic-tac del reloj de pared que anuncia las 22:50. Muchas veces en la vida se llora de formas no convencionales, creo que esta es una de ellas. Es la forma de llorar escribiendo sin aludir de frente a la causa del llanto, da igual, todos tenemos razones distintas pero el mismo efecto sobre nuestro. No hay nada mejor que una buena noche de soledad y de padecimiento después de una tormenta desatada en nuestra mente creemos ya haber exterminado. Perfectamente se ha volcado el destino en una dirección y la parecer no hay manera de doblarle la mano, por lo tanto para no parecer vencidos por el destino, nos inventamos la fantasía de que realmente no deseábamos lo que nos niega el destino, siendo falso muy falso, es una de las mentiras que deseamos creer y que finalmente por cansancio creemos. Una noche en que nada puede pasar, finalmente es una noche en que la reflexión de tu existencia te desarma el panorama. ¿Que es un problema tuyo al lado de la maravilla de la vida? ¿Alguien te ha privado del viento en el rostro? ¿Alguien te ha privado de lo lúdico? ¿Alguien te pone limites? finalmente es uno de tus millones de deseos, muy grande para poder olvidarlo de lleno, pero muy pequeño para el universo que tienes allá afuera de esta pieza.
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